viernes, 19 de junio de 2009

LA DESESPERACIÓN. VERDADERO ROSTRO DE LA MIGRACIÓN EN ESPAÑA



Las ultimas encuestas del CIS estan dejando aflorar que una parte importante de la opinión pública española (más del 40%) tiende a ver la migración como el segundo problema de España, sólo por detrás del paro, al tiempo que se perfila una franja de la misma que oscila entre el veinte y el treinta por ciento que manifiesta actitudes de rechazo y de marcado carácter xenófobo, especialmente entre los jóvenes, los trabajadores manuales y los parados. Hay que ser conscientes de que estamos ante un fenómeno social complejo y de gran importancia . En España hemos pasado en menos de dos décadas, de tener solamente 840.594 residentes extranjeros en 1991, muchos de ellos jubilados europeos, que disfrutaban de su placentero descanso al sol de España, a tener a 1 de enero de 2008, mas de 5.400.000, lo que representa el 11,3% de la población. Es decir, se ha producido un crecimiento de mas de un 600%, con casi cinco millones de nuevos migrantes. En los últimos cinco años se ha crecido a un promedio de medio millón de personas por año. Lo cual ha dado lugar a una serie de situaciones sociales complejas que hay que pasar a analizar sin miedos .
En primer lugar: La concentración de la migración en determinadas zonas de España y en el caso concreto de la Comunidad de Madrid a superado ya la proporción del 16% de la población, con algunos distritos de la ciudad de Madrid con un 30% de residentes extranjeros, caso de VillaVerde y concretamente San Cristóbal donde pasa del 41%, la censada. Está dando lugar a problemas de integración y de convivencia y a un aumento considerable del grado de exclusión social que se vive en éste barrio concreto madrileño.
En segundo lugar no debemos de olvidarnos del propio efecto de expulsión y abandono desde zonas y países en los que se viven condiciones de grave deterioro económico y social, con grandes conflictos sociales y bélicos así como la falta de perspectivas de futuro. La pobreza , el hambre y las guerras son factores tan propiciantes de la migración como la propia oferta de puestos de trabajo en determinadas actividades como la construcción, el servicio doméstico, o la recogida de productos agrícolas de temporada y en el sector estacional de la hostelería principalmente en verano.
En tercer lugar el fenómeno de las migraciones tal y como esta siendo enfocado desde la óptica capitalista y financiera esta en la realidad desempeñando un papel económico y laboral de carácter bifaz. Por un lado, está contribuyendo al crecimiento económico y financiero de España(o mejor dicho de alguna fortunas)y de manera particular y concreta está permitiendo cubrir determinados trabajos y servicios, generalmente con notables rebajas en los costes laborales (para gran solaz de la clase empresarial española). Lo que ha permitido que algunas empresas resulten muy productivas, normalmente las mas obsoletas, al tiempo que otras sufren competencias "desleales" y a veces, irregulares. Lo cual ha demostrado que no ha servido para contener una reacción positiva ante la Crisis social y económica en la que estamos envueltos. De esta manera se está suscitando un debate, al que somos muy sensibles los sindicatos y Ongs, sobre el papel que se esta obligando a desempeñar a la migración, principalmente en sus bordes más precarios y menos reglados, formando un "ejército laboral de reserva", que al proporcionar una sobreoferta de demandantes de empleo en determinados sectores está incidiendo a la baja en salarios y condiciones laborales.
En cuarto lugar, la existencia de un número cada vez mayor de migrantes no regularizados (más de millón y medio) y la presencia de mayores índices de paro y precarización laboral y social entre los residentes extranjeros, está plasmandose en un aumento de la exclusión social.
Conclusiones:
Primero. La inversión en gasto social desde 1994 en el porcentaje del PIB que España dedica a gastos sociales ha disminuido en mas 5 puntos.
Segundo:Las restricciones que viven muchos migrantes en sus derechos sociales y laborales, sus menores percepciones salariales y la escasez de derechos políticos, está dando lugar a ciudadanos de segunda o tercera categoría. Lo cual abre el riesgo de involución hacia un modelo bifaz de sociedad, con derechos, oportunidades y niveles de vida diferenciados entre sí.
Tercero: Si siguen las partidas presupuestarias disminuyendo y se siguen manteniendo los ritmos actuales de llegadas, aumentarán los problemas de exclusión y el surgimiento de actitudes de rechazo xenófobo y la confrontación laboral y social estarán servida en bandeja, alentada por la pugna por recursos sociales escasos y oportunidades laborales limitadas, acabará convirtiendo el tratamiento de la migración en uno de los principales problemas sociales de España.
Soluciones:
Primero: hay que llegar a un convencimiento del fin social del trabajo y a una concepción no capitalista de los movimientos migratorios, el trabajo y su riqueza han de estar al servicio de las sociedades y no de grupos o lobbys capitalistas, con mero afán de lucro personal, actuando a nivel nacional y de la Unión Europea y en los países esportadores de migración dotándoles de recursos necesarios para su evolución sostenible hacia un modelo productivo mas acorde del siglo XXI, aunque no por ello hay que ir a modelos productivos discordantes con su cultura y civilización.
Segundo: hay que superar las condiciones de "ilegalidad" de algunos migrantes que generan tanta inseguridad, social y laboral y que posibilitan que sean objeto de muchos abusos. Los procesos de regularización llevados a cabo por el Gobierno español han sido ejemplo de la dirección y el sentido que hay que tomar.
Tercero: de forma pareja, es necesaria tener una política rigurosa de fronteras y de cupos, coordinada con la Unión Europea , desde el entendimiento y la comprension de que , desgraciadamente, España y por ende la Unión Europea no tienen una capacidad de acogida en el ámbito social y laboral ilimitada y que el sobrepasar los límites puede conducir a situaciones de tensión e inseguridad negativas para todos. Por lo tanto es evidente que la política de regularización debe ir de la mano de una política paralela de rigor en la aplicación de las leyes y el control de fronteras nacionales y de la Unión Europea.
El equilibrio social y laboral y la cohesión que pueda tener la sociedad española y Europea en los próximos años así como el propio sentido de nuestra vivencia de la condición humana y ciudadana van a estar seriamente dirigidos por los pasos que demos en el presente.