miércoles, 15 de noviembre de 2017

En recuerdo de Guillermo Tell.



En recuerdo de Guillermo Tell.


La rebelión de un decidido campesino del cantón de Uri contra el Imperio se convirtió en emblema de la lucha del pueblo suizo por su independencia desde finales del siglo XIII, hasta los primeros pasos del siglo XXI.
Así se forjo un país con las premisas básicas de autogobierno y autodefensa, un país de territorios y hombres libres: la Confederación Helvética.
"Por eso, toda la gente del valle de Uri, la totalidad del valle de Schwyz y la comunidad de la gente del valle inferior de Unterwalden, considerando la malicia de los tiempos, a fin de que puedan mejor defenderse a sí mismos y a los suyos y conservar un estado adecuado, de buena fe han prometido darse ayuda, consejo y favor con personas y bienes, dentro de los valles y fuera de ellos, hasta más no poder, contra todos y cada uno que pueda hacer fuerza, molestia o agravio a cualquiera de ellos, o hacer daño en sus personas o bienes".


Suiza, es a la vez el país mas pacifista y más armado de Europa.
En el país hay 46 armas por cada cien habitantes, sin contar las escopetas y las pistolas de caza o deportivas.
El adiestramiento militar es obligatorio para todos sus ciudadanos, en un Estado que no ha participado en conflictos bélicos, no deja de ser paradójico. Sin embargo apenas ocupa los titulares informativos sobre tiroteos o muertes violentas, y jamas se ha dado un caso de terrorismo yihadista. ¿cual es su secreto? Algo tiene sin duda que ver con su lema nacional que es “Unus pro ómnibus omnes pro uno”, lo que significa “Uno para todos y todos para uno”. Defensa colectiva, sin duda.
Una sociedad equilibrada y pacifica, con un alto nivel de vida y evidentemente preparada militarmente, el adiestramiento militar es obligatorio para todos los hombres (las mujeres lo hacen de forma voluntaria) entre los 20 y 34 años, y hasta los 42 años, cuando entran en la reserva, siguen realizando ejercicios militares periódicos.
Durante todo este periodo de tiempo, los ciudadanos, soldados, en activo o no, guardan las armas, entre las que hay fusiles de asalto, que les ha entregado el Estado en su casa, un derecho estipulado en la Constitución de la Confederación Helvética. Al finalizar el servicio militar, los ciudadanos pueden adquirir su arma a un precio simbólico, que es lo que hace la mayoría.
Sus politicos saben muy bien la lección, de memoria...
"Lo que las manos alzaron, las manos pueden derribarlo. Dios nos dio la fortaleza de la libertad [...] El reinado de los tiranos violentos es el más breve".

Aquí termina todo paralelismo con la realidad globalizada de nuestro amado país. Nuestros líderes nos miran de reojo, queman los manzanos y nos prohíben las armas de fogueo para que no podamos dispararlos ni de mentira.