La economía del futuro de las zonas agrarias y ganaderas debe basarse en el potenciamiento de otras alternativas que complemente a esta principal actividad, evidentemente estamos hablando de la producción de energías renovables, son limpias, generan más empleo que las tradicionales y no se paga ni por el viento ni por el agua ni por el sol, ni por los productos vegetales de desecho ( eólica, hidroeléctrica, biomasa y la solar).Tenemos que crear unas sociedades agrarias que dispongan de tecnología y fuentes de energía abundantes y baratas (como bien social, no como lucro individual), sin ellas el futuro de la sociedad agraria estaría muy limitado, y sin este impulso tecnológico y renovador seria imposible mantener las poblaciones rurales sobre todo de jovenes, en condiciones sociales avanzadas.
La solución a la que aún hoy estamos a tiempo de poner en practica, no debe tolerar la inmigración desarraigante y frustrante de los jóvenes de zonas rurales hacia los núcleos urbanos mas ricos, donde servirán de mano de obra barata y coyuntural, y luego cumplidos los objetivos de las transnacionales desechados como objetos usados y gastados, ¡¡no¡¡ el futuro pasa por el reequilibrio de las zonas rurales, su completo desarrollo social y económico, atendiendo a factores ecológicos y potenciando las energías alternativas para su desarrollo.