Suena como un mantra; maldita sea soy un ortodoxo, desde cierta perspectiva,
aunque intente renovarme dia a dia, mis planteamientos me sorprenden, y sigo pensando que la vida es una escenografía perfecta, me sobran los recursos; sombreros, insignias, recuerdos, todos son contestos equivocados, ante la atracción asfixiante de los polos estéticos opuestos que no dejan de atraerse, segun tengo escrito en mi manual de disidencia insobornable, coherentemente según mi gusto establecido, es indudable que entre todas las formas de rebelión, elijo situarme en los parametros marginales de la sociedad, ritmo, repetición,
espacio, cada paso uno mas, no es fácil seguir mi empeño inagotable por alcanzar, a través de la pura repetición, un objetivo, con un cierto bello heroísmo,
los hombres vienen y van pero, las ideas permanecen.
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