Recuperación de terreno erosionado

 

Recuperación de parcela erosionada. (Fase Inicial)

Cuando nos propusimos la regeneración vegetal de nuestro terreno con laderas en Guadalajara aprendimos sobre la marcha que requería un enfoque que combinase la estabilización del suelo con la elección de especies autóctonas adaptadas al clima mediterráneo continental de la zona.

El objetivo principal que nos propusimos era prevenir la erosión y fomentar un ecosistema autosostenible. La clave es establecer un ecosistema que requiera un riego mínimo una vez maduro.
Lo primero fue definir los paso que ibamos a dar.

1. Estabilización y Preparación del Terreno
Antes de plantar, especialmente en laderas, es crucial controlar la erosión:

-Técnicas de control de erosión:
Dependiendo de la pendiente, utilizamos principalmente métodos físicos de contención de las escorrentías.
Para pendientes pronunciadas, consideramos la instalación de muros de ladrillo y bordillos de hormigón, que retienen el suelo mientras la vegetación se establece.
Aterrazamiento o bancales: Crearnos pequeños escalones o bancales para ayudar a retener el agua y el suelo, facilitando la plantación y reduciendo la escorrentía.
Mejora del suelo: El suelo de las laderas estaba muy erosionada y era bastante pobre. Incorporamos materia orgánica, compost y pinocha de pino para mejorar su estructura a modo de acolchado, cubriendo el suelo y ayudando a retener la humedad y evitando el arrastre de la capa de tierra vegetal y mejorando la capacidad de retención de agua.

2. Selección de Especies Autóctonas
Utilizamos principalmente, pero no exclusivamente plantas nativas de la Alcarria o zonas circundantes de Guadalajara, ya que están adaptadas al clima local (sequías estivales, heladas invernales) y sus raíces son efectivas para anclar el suelo:
Arbustos y matorrales:
Tomillo rastrero (Thymus serpyllum): Una planta tapizante resistente a la sequía, ideal para estabilizar taludes.
Lavanda (Lavandula angustifolia u otras especies locales): Atractiva, resistente y con un sistema radicular fibroso.
Jara (Cistus spp.): Arbusto rústico y resiliente, común en la zona.
Romero (Salvia rosmarinus): Muy adaptado al clima mediterráneo y de gran utilidad para el suelo.
Enebro rastrero (Juniperus horizontalis, Juniperus procumbens u otras subespecies rastreras de Juniperus communis y Juniperus sabina), son coníferas de bajo crecimiento, muy utilizadas como cobertura vegetal o en jardines de rocas. Son conocidas por su resistencia y su capacidad para extenderse ampliamente.
Pie de canguro o pata de canguro (Anigozanthos) es un género de plantas perennes originario del suroeste de Australia. Es muy apreciada en jardinería por la forma única y exótica de sus flores, que se asemejan a las patas o garras de un canguro, y por sus colores brillantes.
Agapanto (Agapanthus spp.), también conocido como lirio africano o flor del amor (del griego agape, "amor", y anthos, "flor"), es una planta perenne y rizomatosa originaria de Sudáfrica. Es muy popular en jardinería por sus espectaculares y duraderas flores que aparecen en verano.
Árboles (para zonas menos inclinadas o bancales):
Encina (Quercus ilex) y Roble albar (Quercus petraea) árboles cuasi caducifolios majestuosos y longevos. Especies emblemáticas y muy resistentes.
Castaños de indias (Aesculus hippocastanum) que es un árbol ornamental de gran porte, conocido por su valor estético en parques y avenidas de toda Europa. No debe confundirse con el castaño común (Castanea sativa), ya que sus frutos no son comestibles para los humanos y son ligeramente tóxicos.
Pino piñonero y Pino resinero o silvestre: Son especies de repoblación comunes que se han adaptado bien a la zona.
Plantas herbáceas:
Leguminosas (como la alfalfa): Ayudan a enriquecer el suelo con nitrógeno, actuando como abono verde natural.
Pasto Vetiver: Si bien no es autóctono de España, es mundialmente conocido por su sistema radicular profundo y denso que previene la erosión de manera excepcional en pendientes.

3. Técnicas de Plantación
Siembra directa principalmente y manual: Para arbustos y árboles, la plantación manual en los bancales o junto a las mallas de control de erosión. Es recomendable hacerlo en otoño o invierno para aprovechar las lluvias.
Como ya he referido en algún escrito anterior utilizamos un sistema japonés, el Método Miyawaki.
Esta técnica consiste en plantar múltiples y variadas especies autóctonas cerca unas de otras, para que reciban luz solar solo desde la parte superior y crezcan principalmente hacia arriba, y no hacia los lados. Con ello conseguiremos que la plantación se vuelva aproximadamente 30 veces más densa.
Gracias a este proceso de regeneración y revegetación exprés restauraríamos rápidamente un ecosistema forestal y lo haríamos autosuficiente después de tan solo tres años de crecimiento y en unos diez años obtenemos un dosel arbóreo consolidado y robusto, mientras que necesitaríamos, si siguiéramos las técnicas convencionales, cien años para alcanzar unos resultados equivalentes.

Estamos en una fase intermedia de evaluación, en la que analizamos plantaciones mas tradicionales de mas de 20 años con otras mas recientes y con resultados distintos.